COMUNICACIÓN NO VERBAL Y NEONATOS
Emmanuel Rojas Gutiérrez es alumno de la Universidad Gestalt (http://www.gestalt.mx) y está cursando la maestría en psicoterapia gestalt. Su correo es: Emms.argy@gmail.com
La mayor parte de lo que comunicamos se suscita de manera no verbal. ¿Esto es innato a la persona o aprendido? En el caso de un recién nacido que aún no cuenta con comunicación verbal; todo lo que pudiera transmitir a sus cuidadores y demás personas tendría que ser necesariamente no verbal.
En primera instancia, al nacer el bebé, mediante su estado físico comunica su estado de salud. Para ello, recurrimos a herramientas como la escala Apgar que evalúa cómo ha nacido el bebé a partir de su apariencia, pulso, gestos y respiración.
De igual forma, en las primeras semanas de vida, el bebé cuenta con ciertas conductas reflejas cuya función es de sobrevivencia mas no de comunicación; por ejemplo, el reflejo de agarre, donde al rozar la palma de la mano del bebé con un dedo, éste agarrará con fuerza el dedo y no lo soltará sin implicaciones de otro tipo como “mira, no me quiere dejar ir”.
El llanto es una conducta muy rica en lo referente a la comunicación del bebé y se convierte en una herramienta esencial para comunicar sus necesidades. Así, el bebé de manera innata cuenta con 3 o 4 tipos distintos de llanto diferenciados según su necesidad; por ejemplo hay llanto de hambre y de angustia; es muy interesante observar cómo la madre identifica a qué obedece cada uno de esos tipos de llanto.
Por otra parte, la sonrisa, un gesto tan agradable y que puede comunicar tanto, en el caso de los bebés se presenta de manera curiosa. El bebé puede sonreír desde el momento en que nace; sin embargo, esa sonrisa no significa e que al bebé le agrade lo que esté experimentando, pues esta capacidad de sonreír con la que nace se trata también de una cuestión refleja. Si lo vemos en términos evolutivos, es un rasgo que posibilita sobrevivencia, pues genera empatía en quien lo ve y despierta ternura normalmente. Este tipo de sonrisa está presente hasta los dos meses; después la sonrisa adquiere un carácter social al cual estamos más acostumbrados.
Por último, en esta breve, aproximación a la comunicación no verbal del recién nacido, un elemento sustancial de comunicación no verbal en el recién nacido y en las personas en general es el del tono muscular, el cual se refiere a la tensión visible en los músculos cuando están en reposo; éste nos permite saber fenomenológicamente cuál es el estado de ánimo de la persona.
Más o menos al quinto mes, las primeras irrupciones de comunicación verbal se suscitan mediante el laleo y la persona deja de depender en totalidad de lo no verbal.
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